“Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera.”
— El Kybalion
¿Qué dice esta ley?
La Ley de Correspondencia nos enseña que todo lo que ocurre en el mundo externo refleja lo que ocurre en el mundo interno… y viceversa.
Tu realidad no es solo un conjunto de eventos al azar.
Es un espejo de tus creencias, emociones, pensamientos y memorias más profundas.
Esta ley no se trata de juzgar lo que vives, sino de observar con conciencia:
¿Qué parte de mí está siendo reflejada en lo que experimento?
📜 Origen en el Kybalion
Los antiguos sabios herméticos sostenían que el universo está estructurado en niveles o planos: físico, mental, espiritual.
Y lo que ocurre en uno de estos planos se manifiesta en los otros.
Por eso, para transformar lo que vemos “afuera”, necesitamos también trabajar lo que sucede “adentro”.
Esta ley es un llamado al autoconocimiento como llave de transformación.
¿Cómo opera esta ley en tu vida?
¿Te has encontrado repitiendo relaciones similares, ambientes laborales donde no te sientes valorad@, o sintiendo que la vida “te pone a prueba” constantemente?
Esta ley te invita a preguntarte:
¿Qué creencias estoy proyectando en esta situación?
¿Qué parte de mí no ha sido reconocida, aceptada o transformada?
¿Estoy viendo el mundo desde una herida… o desde una parte ya sanada?
Cuanto más claridad tienes en tu interior, más clara se vuelve tu realidad exterior.
Ejemplo y práctica simple
💡 Ejemplo: Si constantemente sientes que no te escuchan, podrías preguntarte:
¿Yo me escucho a mí mism@? ¿Valido mis emociones o las callo?
🧘 Práctica de autoobservación:
Elige una situación que te incomoda.
Haz una pausa y escribe:
🔎 ¿Qué parte de mí se siente reflejada aquí? ¿Hay algo no resuelto en mi interior que se está proyectando?
Hazlo sin culpa. Solo con curiosidad y amor.
Reflexión final
Tu vida no está separada de ti.
Está hablándote todo el tiempo.
Lo que ves, sientes y experimentas es una oportunidad para conocerte más profundamente.
Y cuando comienzas a mirar dentro con honestidad, el mundo también comienza a cambiar.
Porque como es adentro… es afuera.