“Todo fluye y refluye; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo.”
— El Kybalion
¿Qué dice esta ley?
La Ley del Ritmo enseña que todo en el universo se mueve en ciclos y pulsaciones.
Nada es estático. Todo vibra en un constante flujo de subidas y bajadas, luces y sombras, expansión y contracción.
Este ritmo es natural, necesario y sagrado.
Como el latido del corazón, el oleaje del mar o las estaciones del año…
todo tiene su momento de manifestación y su momento de reposo.
📜 Origen en el Kybalion
Los sabios herméticos describieron esta ley como un péndulo universal:
cuanto más se inclina hacia un lado, más fuerte el impulso hacia el otro.
Comprender esta ley nos permite no resistir los ciclos, sino bailar con ellos.
La sabiduría no está en evitar el descenso, sino en transitarlo con conciencia.
¿Cómo opera esta ley en tu vida?
¿Te has sentido muy conectad@ un día… y agotad@ al siguiente?
¿Tienes periodos de alta inspiración, seguidos de días más introspectivos?
Eso es la Ley del Ritmo en acción.
Cuando no honramos este movimiento natural, intentamos forzarnos a estar siempre “arriba”, “productiv@s”, “felices”, y eso crea frustración.
Respetar tus ritmos es una forma de amor propio.
Y reconocer los altibajos como parte del camino, te permite transitar cada etapa con más equilibrio y menos juicio.
Ejemplo y práctica simple
💡 Ejemplo: Cuando estás en un momento de bajada emocional o creativa, y te exiges estar igual que siempre, te desconectas de ti mism@.
🧘♀️ Práctica diaria:
Observa tus ciclos (energía, emociones, inspiración) durante una semana.
¿Puedes identificar cuándo estás en subida y cuándo en bajada?
Honra tu ritmo y ajusta tu ritmo de vida sin culpa.
Reflexión final
No estás rot@ cuando estás en pausa.
No estás perdid@ cuando estás en silencio.
Estás en otro punto del ritmo que te transforma.
Cuando entiendes que todo forma parte de un ciclo más grande, dejas de resistir…
y comienzas a fluir con la sabiduría de la vida.